martes, 18 de agosto de 2009

"Una mentira que te haga feliz vale más que una verdad que te amargue la vida."




"Una mentira que te haga feliz vale más que una verdad que te amargue la vida. "

Dice una canción del cantautor Ricardo Arjona, trovador, compositor, entre otros, para algunos un grande para otros, un cantante más.



Cuando leí esto, la verdad que me indignó, soy una de las personas que odian las mentiras a morir... sin embargo, me pareció un poco hipócrita ese sentimiento, pues la realidad es que todos mentimos, en algún momento, para bien o para mal, pero lo hacemos. Luego decidí meditar un poco respecto a eso, me fastidie, porque por fin una persona me abrió los ojos ante toda esta sociedad, que tiene como valores principales el no mentir, un valor realmente utópico, TODOS hemos mentidos, desde que éramos pequeños, incluso hay enfermedades patológicas, la mitomanía, en que consiste ésta, pues en falsear la realidad para hacerla más soportable, muchas veces creyendo su propia mentira.

Estamos rodeados de mentira, que el que alguien no mienta, es inusual, aunque hasta ahora no conozco alguien que no haya mentido. Tenemos mentira en los políticos, en la familia, en la pareja y en los amigos, sí, los amigos también mienten, puede ser para hacernos sentir mejor, o para convertirse en enemigos, pero mienten. ¡Oh mentira!, elixir de la existencia humana.

Viéndolo desde otra perspectiva, la mentira es aquel producto de la imaginación del ser humano para mejorar o empeorar algo, más poético, ¿no creen?, tal vez la mentira no sea tan mala como la pintan, sin duda alguna la mentira ha sido demonizada, sí, sé que la mentira puede causar mucho daño, o sufrimiento, créanme, lo sé, pero eso pasa, al final la verdad sale a la luz, entonces por qué tanto drama por la mentira, si creemos que nos mienten, pues ¿qué vamos a hacer?, el buscar desesperadamente la verdad, nos llevará por caminos errados y luego terminaremos mas confundidos que antes, bah!, eso sí, ante una sospecha de mentira, hay que ser cuidadosos con aquellas personas, y mantener como quien dice, "su distancia", si es nuestra pareja, igualmente, aunque es dificil ser justos con lo que uno quiere, pero nada perdemos con intentarlo, asimilemos, somos y seremos, creadores y creedores de mentiras. Al fin y al cabo la mentira es tan común como un estornudo.




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